viernes, 9 de marzo de 2012

Lilith 2


De un modo tal que no nos conocemos, que quizá jamás sabré de tu nombre, así es como inicio esta carta abierta, esta botella vacía, este sobre sin cerrar.
Estampillas y toda la cosa, mi mensaje lees por azar. Ni fue a ti destinado ni sé quien eres, pero que lo leas era mi objetivo principal.

Puesto que no me conoces, te cuento que soy como tú, ni especial, ni particular, pero único, como tú, como todos. Vivo cuanto puedo, no pido más de lo que puedo dar ni tomo prestado. Me gusta el aire limpio, bebo agua, lloro lágrimas y palpito sangre.

Tengo la fortuna de tener una ventana desde donde puedo sentir abrasar el sol, mojar la lluvia, susurrar el aire y oír cantar las hojas de los árboles. Abro los ojos y veo un mundo raro, un mundo extraño. Veo que hay fuertes y débiles, veo hambrientos, Veo enamorados, veo abandonados, y los veo a diario.

Veo y no comprendo. Veo y solo puedo suponer que lo que veo es difícil de ver porque no entiendo. No entiendo que lo que veo sea así y este tan bien, que esté conforme.

Veo que es Marzo, que la primavera está por iniciar y que hay miles que son esclavos fabricando joyas para los que tienen tanto que las pueden comprar. Veo que somos tantos y estamos tan solos. Veo que lloras, veo que te hacen llorar y no te vas. Veo y no sé que será.

Creo que es un mundo difícil para un poeta, para un soñador, porque los soñadores son torturados con pesadillas reales, con ofensas, con martirios innecesarios, porque los poetas no tienen más que decir.

Veo que hay luna llena y no lo ves, veo que lo que soy no vale, no pesa, no tiene sentido. Veo que un sueño, una canción, una poesía estorban, pesan, matan. Vivo.

Vivo una duda, una incertidumbre. Vivo el dilema de decidir un camino, una ruta, vivo la desesperanza, vivo la soledad.

Vivo y no entiendo el por qué esforzar, el por qué arrojar mis fuerzas a un eterno vacío, a una eterna caída, a un eterno olvido.

Te busco, te imagino, te miro y no encuentro. Escarbo las nubes para seguir tu rastro, para encontrar tu rostro. Cavo túneles en los ríos buscándote, vuelo alto alto en la tierra y no se siquiera si existes.

Es un sueño, una quimera, una fantasía, una ilusión, un espejismo. Es el resultado de mis hongos, de mis viajes. Es la cada vez más tonta idea de encontrarte, de que existas, de que vale la pena el esfuerzo...

Es un soñador ahorcado, son estas las puertas cerradas, las sillas rotas, las barcas ahogadas. Es este el resultado que dejas, que preparas, que entregas. Son estas las palabras más necias que he oído, las navajas filosas, los tornillos rotos, la carabina vacía, la daga enterrada.

Son estos los sueños muertos

Es esta la muerte enterada

No fui el que se va